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Por Amy Norton
Reportera de HealthDay
VIERNES, 8 de marzo (HealthDay News) -- Las mujeres que usan vaselina vaginalmente pueden estar en riesgo de contraer una infección común llamada vaginosis bacteriana, según sugiere un pequeño estudio.
Estudios anteriores habían relacionado las duchas vaginales con unos malos resultados, entre los que se incluye la vaginosis bacteriana, un aumento del riesgo de enfermedades de trasmisión sexual y de enfermedad inflamatoria pélvica. Pero se ha investigado poco acerca de los posibles efectos de otros productos que otras mujeres usan vaginalmente, comentó Joelle Brown, investigadora de la Universidad de California, en San Francisco, que dirigió el nuevo estudio.
Joelle y colegas hallaron que de las 141 mujeres de Los Ángeles que estudiaron, la mitad afirmó que habían usado algún tipo de producto vaginalmente el mes pasado, incluyendo lubricantes sexuales, vaselina y aceite de bebé. Casi la mitad, el 45 por ciento, afirmó haber usado duchas vaginales.
Cuando los investigadores realizaron las pruebas de infección a las mujeres, descubrieron que las que habían usado vaselina el mes anterior tenían dos veces más de probabilidades de tener vaginosis bacteriana que las que no la habían usado.
La vaginosis bacteriana se produce cuando se rompe el equilibro normal entre las bacterias "buenas" y las "malas" en la vagina. Entre los síntomas se incluyen flujo vaginal, dolor, comezón o ardor, pero la mayoría de las mujeres carecen de síntomas, y la infección normalmente no provoca problemas a largo plazo.
Aun así, la vaginosis bacteriana puede hacer a las mujeres más vulnerables a las enfermedades de transmisión sexual, como por ejemplo el VIH. Además, en ocasiones lleva a la enfermedad inflamatoria pélvica, que puede resultar en la infertilidad.
Los nuevos hallazgos, publicados en la edición de abril de la revista Obstetrics & Gynecology, no demuestran que la vaselina aumente directamente el riesgo de las mujeres de vaginosis bacteriana.
Pero es posible, afirmó el Dr. Sten Vermund, director del Instituto de Salud Global de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee.
La vaselina podría provocar un aumento de las bacterias malas debido a sus "propiedades alcalinas", explicó Vermund, que no participó en el estudio.
"El ambiente ácido vaginal es lo que protege a las mujeres de la colonización por parte de organismos anómalos", aseguró Vermund.
Comentó que muchos estudios ya han relacionado las duchas vaginales con un aumento del riesgo de infecciones vaginales. Y puede que se deba a que esa práctica "afecta a la ecología natural de la vagina", señaló Vermund.
Normalmente, lo que predomina en la vagina son las bacterias "buenas" que producen peróxido de hidrógeno. Y los expertos afirman que este ambiente natural "limpia" la vagina; las mujeres no necesitan productos especiales para tal fin.
Sin embargo, muchas mujeres continúan utilizando duchas vaginales, usando productos que pueden contener antisépticos y fragancias irritantes. Hasta el 40 por ciento de las mujeres de Estados Unidos de 18 a 44 años de edad usan duchas vaginales regularmente, según el Departamento de Servicios de Salud y Humanos de los EE.UU.
"La frecuencia con la que las mujeres estadounidenses usan productos innecesarios y perjudiciales no es nada apropiada", comentó Vermund.
No se sabe con certeza si las duchas vaginales, por sí mismas, causan infecciones, pero el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists) desaconseja esta práctica a las mujeres.
Los hallazgos actuales se basan en un grupo de mujeres de diversas razas que accedieron a realizar unas pruebas de enfermedades de transmisión sexual. Un poco más de la cuarta parte de las mujeres eran VIH positivas.
El equipo de Brown encontró que el 21 por ciento de las mujeres tenían vaginosis bacteriana, y que el 6 por ciento tenían una infección por hongos. Las mujeres que habían usado vaselina durante el mes anterior tenían 2.2 veces más probabilidades de tener vaginosis bacteriana que las que no la usaron. Esto sucedió al tomar en consideración otros factores, entre los que se incluyeron la raza, la edad y el hábito de realizar duchas vaginales.
No pareció que las mujeres usaran ese producto debido a los síntomas. Las mujeres que tenían la infección no eran más propensas a informar sobre la aparición de síntomas vaginales que las otras mujeres. Y ninguna de las que tenían síntomas afirmó que había usado vaselina a fin de encontrar un alivio.
En contraste con esos hallazgos, las duchas vaginales no se relacionaron con el riesgo de vaginosis bacteriana en el estudio.
Brown afirmó que esto podría ser el resultado de contar solo con un pequeño número de mujeres en el estudio "y al hecho de que las mujeres usaron diversas sustancias para el lavado intravaginal, lo que indudablemente varió de forma sustancial los constituyentes y concentraciones químicos".
De forma similar, los lubricantes sexuales no se relacionaron con un aumento de las probabilidades de vaginosis bacteriana. Ese hallazgo se hace eco de los de estudios anteriores, señaló Vermund, así que las mujeres que necesiten usar lubricantes sexuales por comodidad pueden estar tranquilas.
Aun así, Brown afirmó que se necesitan estudios de mayor tamaño que confirmen estos hallazgos, y para comprender el modo en que varios productos pueden afectar la salud de las mujeres si se usan vaginalmente.
Por ahora, ella recomendaba que las mujeres preguntaran antes de usar cualquier producto vaginalmente. "Las mujeres deberían hablar primero con sus proveedores de atención de salud y preguntarles si los productos que están usando dentro de la vagina son seguros para su uso vaginal", aconsejó Brown.